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¿Cómo teletrabajar efectivamente?

12 de junio de 2020 - Por Héctor Aguilar

Durante las semanas de confinamiento por la crisis del coronavirus, el teletrabajo se ha convertido en la vía para hacer compatible el mantenimiento de las actividades productivas con la protección frente a la enfermedad, una opción necesaria que ha sido novedosa para muchos trabajadores en  que han tenido que introducirse por primera en este modelo laboral.

De hecho, En 2019, tan solo un 4,8% de los ocupados utilizaban esta fórmula, trabajando desde casa normalmente o más de la mitad de los días, mientras que durante las semanas de restricciones por la pandemia, el porcentaje se ha incrementado hasta el 34% del total.

 

¿Quién inventó el teletrabajo?

Hay precedentes bastantes años atrás en la historia que demuestran que trabajar desde casa no necesariamente tiene que estar reñido con la productividad. El ejemplo es el mismísimo Isaac Newton. 

En 1665, cuando la Universidad de Cambridge se vio obligada a cerrar temporalmente debido a la propagación de la peste bubónica, Newton tuvo que trabajar desde casa y fue precisamente durante este tiempo cuando consiguió desarrollar el cálculo y la teoría de la gravedad.

Sin embargo, lo que hizo Newton fue simplemente trabajar desde casa. El teletrabajo no llegó hasta el siglo XX, ligado a las incipientes empresas tecnológicas.

Durante la década de 1970, en plena crisis del petróleo en Estados Unidos, el físico e ingeniero Jack Nilles comenzó a pensar en formas de optimizar losrecursos no renovables. No solo por su cantidad limitada, sino también por la contaminación derivada, las aglomeraciones y los problemas de movilidad.

Para optimizar estos recursos, ahorrar energía y evitar los problemas de transporte, su primera idea fue “llevar el trabajo al trabajador” en lugar de hacerlo al revés. Partiendo de esta idea, creó el concepto de telecommuting un tanto difícil de traducir al castellano. “Lo traducimos por trabajar en casa o trabajar en remoto, pero no hay que entenderlo tanto desde el punto de vista de la sostenibilidad, sino desde la organización. El teletrabajo nos permite organizar el trabajo desde cualquier sitio y en cualquier momento. Es un cambio cultural”, apuntan desde la Universitat Oberta de Catalunya.

Nilles implementó el modelo de teletrabajo en la aseguradora en la que estaba contratado en 1973. Su idea consistía en conectar los teclados y pantallas de sus compañeros a estaciones remotas cercanas a la sede de la empresa. De esta manera, cada trabajador podía seguir trabajando como si estuviera allí, pero sin estarlo.

Sin embargo, a esas alturas de la historia, el desarrollo tecnológico no estaba lo suficientemente avanzado como para que el teletrabajo pudiese llegar a ser una realidad masiva. El salto tecnológico dado en las décadas siguientes, la bajada de los costes informáticos, la velocidad de las redes de comunicación y la difusión comercial de Internet pusieron a disposición de millones de personas los recursos necesarios para el teletrabajo. Por no hablar de la explosión tecnológica que supuso el desarrollo de Silicon Valley. Todo sumado nos ha traído a donde nos encontramos hoy día.

¿Pero cómo organizar tu teletrabajo para ser más productivo?

Cuando trabajas desde casa, el espacio físico en el que vas a pasar horas concentrado tiene una importancia decisiva en tu productividad. Tus resultados laborales y tu comodidad dependen de que sigas  sencillos consejos.

Que tu entorno de trabajo sea eficiente te ayudará sin lugar a dudas a ser más productivo en el trabajo. Seguro que conoces la sensación de haber estado todo el día activo pero sin haber conseguido nada. Eso se llama un día improductivo y revela una organización ineficiente del trabajo. ¿Cómo solucionarlo?

1. El orden de las cosas sí que altera el producto 

¿Eres ordenado o tu mesa está siempre repleta de papeles, notas, post-it, y no hay sitio ni para la taza de café? Es precisamente por aquí por donde debes empezar a cambiar tu entorno de trabajo. Aunque parezca anecdótico, no lo es. Una mesa desordenada garantiza una agenda desordenada, un día desordenado… y una mente desordenada.

"El orden de tu mesa facilitará tu comodidad y la rentabilidad del trabajo que hagas."

2. La luz del sol hace crecer las ideas

La cantidad de luz natural es esencial para trabajar. Tu objetivo debe ser trabajar en un entorno con el máximo posible de luz solar indirecta. Si debido a la orientación del inmueble esto es difícil o imposible, instala una lámpara de mesa para cuando necesites concentrarte en algún documento y una lámpara de pie para la luz de ambiente. Para un trabajo eficiente, usa bombillas de bajo consumo.

En las ventanas instala estores o cortinas que dejen pasar claridad y eviten el molesto deslumbramiento, principalmente si trabajas con el ordenador o pantallas.

Además debes procurar organizar tu día en función del sol. ¿Suena raro? La humanidad lleva haciéndolo desde el origen de los tiempos y ha dado buenos resultados, convirtiéndonos en la especie más productiva. Cuando amanece, se empieza a trabajar. Cuando se oculta el sol, se para.

De esta manera conseguirás imponerte un horario, algo especialmente útil y saludable cuando se trabaja desde casa.

"Pasar muchas horas ante el ordenador no es productivo. Lo eficiente es pasar solo las horas necesarias."

3. Ni frío ni caliente, eficiente

La temperatura de tu entorno de trabajo es un factor importante. Si se te va la mano con la calefacción sufrirás de sequedad en las mucosas, piel irritable e incluso dolores de cabeza, por no hablar del derroche energético que acabará pasándote factura (literalmente). Si pones el aire acondicionado demasiado alto también sufrirás consecuencias negativas en tu salud y tu bolsillo.

La solución es acostumbrarte a trabajar a estas temperaturas:

  • Con la calefacción encendida: a 21ºC como mucho, siendo recomendable que te abrigues un poco más y bajes a 20ºC. Tu bolsillo lo va a notar.
  • Con el aire acondicionado encendido: nunca por debajo de 25ºC.
  • Con todo apagado: es la situación ideal para la eficiencia energética y debes aprovecharte de los momentos otoñales y primaverales en los que tu casa consiga mantenerse por sí misma entre los 19ºC y los 26ºC, un rango de temperaturas al que deberías poder trabajar agradablemente si adaptas tu vestimenta a las circunstancias.

"La habitación en la que trabajes debe estar bien aislada para que tu energía no se desperdicie."

4. Menos papel, más tecnología

En estos tiempos ya no tiene sentido depender de los folios y el bolígrafo. Puedes seguir recurriendo a ellos para ciertos momentos de inspiración o para abordar tareas concretas y diferenciadas, pero lo ideal es que te muevas a lo digital.

El almacenamiento en la nube, la introducción de la tecnología en todas las facetas de la vida laboral, la digitalización, la gestión electrónica de documentos… Todo esto permite crear lugares de trabajo más inteligentes y eficientes, en la oficina o fuera de ella.

Utiliza todas las herramientas que tienes a tu disponibilidad. Sobre todo aquellas que ayudan a trabajar de forma conectada con el resto del equipo. La nube debe convertirse en tu gran aliada. Programas de videollamadas como Skype o Google HangOut te permitirán establecer protocolos de comunicación de forma fluida, sencilla y natural, como por ejemplo, realizar una reunión de status a primera o última hora de la jornada laboral. Herramientas de mensajería como Slack son de gran ayuda para desarrollar proyectos de forma compartida al permitir crear distintos hilos (conversaciones) y organizarlos por temáticas de forma intuitiva y sencilla. Tal y como hemos comentado, fijar fechas de entrega de cada una de las tareas nos ayudará a organizarnos y ser más productivos, para ello, Google Calendar y sus calendarios online son una apuesta segura.

La tecnología te permitirá también una comunicación perfecta con tus compañeros de trabajo y jefes. Tu vida laboral solo va a mejorar gracias a aplicaciones cada vez más eficientes que garantizan diálogos fluidos, reuniones a distancia, trabajar conjuntamente en documentos en línea… El fruto de todo esto será más productividad.

"Para aprovechar las ventajas del teletrabajo necesitas estar al día y conocer el software de comunicaciones y productividad que te facilita la vida."

5. Tu casa no es tu trabajo

El último mandamiento del teletrabajador pero posiblemente el más importante para tu salud mental. Puedes trabajar desde casa, pero no puedes vivir en el trabajo. Es imprescindible que diferencies tu espacio de trabajo del resto de tu hogar. De lo contrario, tu espacio vital y tu espacio laboral empezarán a fusionarse de manera peligrosa.

Si no puedes dedicar toda una habitación a tu entorno de trabajo, escoge un rincón perfectamente equipado y decóralo de manera eficiente.

  • Solo los muebles estrictamente necesarios para trabajar.
  • Decoración alegre pero muy sencilla, sin estridencias.
  • Minimizar los focos de interrupciones: si convives con alguien, infórmale de que estás trabajando y no puede molestarte por cualquier minucia.

El peligro de la procrastinación. Dejar para mañana lo que podrías hacer hoy: así podría resumirse el significado de "procrastinar", el verbo que se ha convertido en el enemigo del rendimiento y de la productividad en las empresas.El móvil es una de las mayores fuentes de procrastinación y, precisamente por eso triunfan apps como Focus Lock (gratuita, disponible en Google Play), que permite usar el smartphone para trabajar y bloquear determinadas apps durante un tiempo sin afectar al funcionamiento del dispositivo. Forest puede ser otra gran aliada para el uso del móvil pero también del ordenador, ya que directamente bloquea algunas apps o páginas en el navegador. Por lo tanto, podremos seguir realizando llamadas o entrando en las webs autorizadas y Forest nos mostrará cómo crece nuestro ‘arbolito ficticio’ pero, si caemos en redes sociales o en sites que marquemos como “prohibidos”, nuestro arbolito morirá.

Sociabilizar. El aislamiento acaba afectando a la motivación. Mantén abiertos canales de comunicación con el equipo y, por ejemplo, durante estos días no intentes solucionar lo que se trataría en una reunión o en una conversación face to face a través de un email, sobre todo si implica temas delicados y de fácil malinterpretación. Prioriza el uso de las llamadas o de las videollamadas como vía de comunicación. Además, algo tan sencillo como saludar al inicio de la jornada y despedirse al finalizarla a través de mensajería instantánea reforzará el sentimiento de equipo y ayudará a determinar la disponibilidad de cada uno de los miembros. 

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Y recuerda, has de mantener el equilibrio entre vida personal-profesional. Trabajar desde casa no puede implicar trabajar o estar disponible para la empresa o para el negocio 24h. Hay que saber parar. Para ser eficientes en el ámbito laboral, la desconexión y el descanso son también importantes. El teletrabajo supone, en cierta manera, el paso de trabajar por horas a trabajar por proyectos y objetivos. Eres libre (o tienes una mayor libertad) para organizar tu tiempo pero los objetivos deben cumplirse.

Teletrabajar no significa que te quedes solo y no puedas pedir consejo o ayuda pero sí que requiere que tengas una cierta autonomía a la hora de realizar tu trabajo.

Ahora ya sabes lo que necesitas para adaptarte a este cambio cultural, aplicalo en tu día a día y trabaja de una manera más productiva y eficaz a la vez que disfrutas de una mayora autonomía y sobretodo más libertad.