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¿Eres un buen amigo?

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¿Eres un buen amigo?

5 de Mayo de 2020 - Por Héctor Aguilar

La amistad cuando es verdadera es algo maravilloso, ya que te acompaña durante toda la vida, te da inmensas alegrías, comparte contigo  momentos únicos e inolvidables. Está ahí cuando te sientes triste o necesitas un hombro en el que llorar o simplemente un abrazo. 

La amistad es uno de los soportes más importantes que podemos tener en nuestras vidas, los amigos son la familia que escogemos, nuestros compañeros de vida. 

La amistad brinda al ser humano la posibilidad de compartir su mundo interior: sus inquietudes, sus sentimientos, sus cuestionamientos existenciales, todo en un ambiente seguro y con una persona de confianza, que nos escuche y nos brinde una opinión desinteresada. Pero, ¿Cómo distingues a un buen amigo de un compañero? ¿Qué es realmente una amistad verdadera?

 

¿Qué es la amistad?

La amistad es un vínculo o relación afectiva entre dos o más personas, que se rige por valores indispensables como: la confianza, la lealtad, el amor, la generosidad, la incondicionalidad, la sinceridad y el compromiso. 

Aunque la amistad como valor es también un valor personal en sí mismo. La amistad se funda sobre un sentimiento desinteresado, apareciendo espontáneamente, las amistades se escogen.

Una amistad será sincera cuando la persona lo de todo de sí sin esperar nada a cambio, aunque es necesario que el interés, la predisposición, la continuidad y el vínculo sean recíprocos. Por otro lado, una verdadera amistad debe ser cuidada y aunque no sea necesario mantener el contacto físico o directo para conservar una amistad, deben encontrarse otras formas de comunicación.

En cuanto al significado de amiga o definición de amigo es aquella persona con la que se mantiene este vínculo de forma desinteresada. La amistad no entiende de edades, géneros, tipos de relación, etnias, ideologías, culturas,… 

Tipos de amistad

Son muchos los tipos de amistad definidos a lo largo de la historia, sin embargo, la gran mayoría de ellos han adoptado la división en tres tipos de amistad infundada por Aristóteles

Amistad por placer

La amistad por placer es la más frecuente entre los jóvenes, ya que viven persiguiendo sus pasiones, aquello que les atrae. Esta se basa en una amistad recíproca donde ambos amigos consiguen aquello que desean, mediante un acuerdo común.

Esta amistad tiende a aparecer cuando por ejemplo dos amigos comparten la misma pasión por actividades de deporte, salir de fiesta, tocar en un grupo de música,… son amistades que se fundan mediante una pasión compartida y por ello, tienden a ser más volátiles, debido a que a medida que la edad avanza, nuestras pasiones van cambiando y este tipo de amistad depende del placer mutuo, de modo que cuando los placeres que se persiguen varían, la amistad tiende a desvanecerse. Por este motivo, es frecuente que entre los jóvenes las amistades se funden rápidamente, del mismo modo que se terminan con facilidad.

Amistad por utilidad

En este tipo de amistad, el vínculo que mantiene unidas a las dos personas se centra en recibir algún beneficio mutuo y por ello, tiende a darse entre personas contrarias, ya que uno espera del otro aquello que no tiene. Las amistades por utilidad tienden a ser fáciles de disolver, ya que cuando una de las dos personas deja de ser útil para la otra, la amistad se disuelve.

En la amistad por utilidad son frecuentes las reclamaciones y los reproches, pues si lo que sustenta la amistad es la utilidad, la persona cada vez exige más, debido a que cree que recibe menos de lo que debería merecer. Las reclamaciones únicamente se presentan en este tipo de amistad, pues en las amistades por placer, tras haber compartido los momentos de placer cuando estos cambian las personas se separan, mientras que las amistades por utilidad no se separan tan fácilmente, pues seguirán presentándose como amigos siempre que puedan seguir sacando provecho de la relación de amistad y la amistad verdadera o la amistad por virtud, no entiende de reproches.

Amistad por virtud o amistad verdadera

El tercer tipo de amistad es la amistad por virtud o la amistad verdadera, conocida como la amistad de lo bueno. Este tipo de amistad concibe la valoración de lo bueno y lo virtuoso de la vida, sin ninguna finalidad añadida, sin esperar sacar provecho de nada. Las relaciones de amistad verdadera tienden a mantenerse durante toda la vida, a ser íntimas y profundas y no esconden un porqué, fluyen por sí solas.

En la verdadera amistad ninguno molesta al otro, pues ambos desean compartir su tiempo juntos, en la verdadera amistad ambos se sienten libres de poder compartir libremente, discutiendo sus desacuerdos sin tratar de imponerse uno sobre el otro, en la verdadera amistad se comparten las alegrías y se hace más amena la adversidad. Los verdaderos amigos crecen juntos como personas, son sinceros entre ellos, buscan entenderte sin juzgarte, mantienen una preocupación constante por ti, saben escucharte y ayudarte con el corazón, y todo ello te lo darán sin esperar nada a cambio, únicamente que este amor sea compartido.

Otras formas de amistad, abordadas ya no tanto desde lo filosófico como desde otras perspectivas, nos permiten hablar de:

  • Amigos con “derecho” o con “beneficios”. Se trata de una relación de amistad en la cual las dos personas son, además, compañeros sexuales o eróticos esporádicos, sin que ello en teoría derive hacia relaciones más profundas.
  • Amigo íntimo. Se suele hablar de amigos íntimos o mejores amigos, para separar a aquellos amigos “especiales” o de grado muy profundo, en comparación con los demás: es una distinción especial.
  • Amigo virtual. Se llama así a las amistades que se hacen a través de Internet, ya sea mediante foros, redes sociales, correo electrónico, etc.
  • Falsos amigos. También llamados amigos tóxicos, son aquellos que pretenden ser amigos de alguien o que lo son únicamente por fines interesados.

 

¿Cuántos amigos podemos llegar a tener?

¿Te habías hecho alguna vez esta pregunta? ¿Sabes que hay un estudio científico que habla de esto?

Según Robin Dunbar, en un estudio que realizó en los años 90, El número máximo que somos capaces de gestionar es 150, .Pero la estructura de cómo los organizamos es dinámica. “Si tienes un mejor amigo y se va a vivir fuera, o rompes con tu pareja, de repente te queda un hueco”, según explica el autor. “El cerebro parece que lo detecta y dice: hay sitio libre. A lo mejor en la capa de conocidos no lo notas pero en los primeros círculos sí que detectas ese vacío y lo llenas. Nos comportamos de alguna manera como si fuéramos átomos y tuviéramos electrones”.

Si nuestro tiempo y nuestra inteligencia solo nos permite tener un número determinado de amigos, ¿Qué dice la investigación sobre esas personas que tienen más de 500 amigos en sus redes sociales?

“Las redes sociales permiten que tengamos más amistades, pero las relaciones son mucho más superficiales porque les dedicas menos esfuerzo”, aclara el estudio. Las redes sociales se encargan de recordarnos muchas cosas sobre nuestros amigos, como el día de su cumpleaños. Así que gracias a esta liberación de almacenamiento en nuestro disco duro del cerebro, podemos ampliar hasta 220 relaciones. A partir de ese número, tendremos seguramente amigos de relleno”.

“Hay que analizar también el coste que tiene esto”, argumenta el estudio. “Si estás intentando extender mucho tu red, aunque sea con relaciones muy superficiales, estarás dejando de atender a los buenos amigos. Es como si tuvieras un presupuesto en relaciones. Si te lo gastas en comprar muchas baratijas, al final no podrás tener un buen amigo”.

 ¿Cómo puedo cultivar mis amistades?

Entablar y mantener relaciones saludables supone dar y recibir. En ocasiones, eres quien brinda apoyo y, en otras, eres quien lo recibe. Hacerles saber a tus amigos que te preocupas por ellos y los aprecias puede fortalecer el vínculo. Ser un buen amigo es igual de importante que rodearse de buenas amistades.

Flexibilidad

La adaptación a los distintos ambientes facilita la convivencia y la comunicación al tiempo que permite acrecentar nuestro círculo de amistades. Debemos tomar en cuenta que la persona flexible es amable y servicial siempre, en todo lugar; si sólo tenemos atenciones con las personas que conocemos, no se puede hablar de flexibilidad.

Signos evidentes de flexibilidad son: ceder la palabra; rectificar la opinión, pedir disculpas; participar de las actividades y aficiones que gustan a los demás (siempre y cuando permitan la vivencia de los valores), aceptar los consejos y recomendaciones sobre nuestra persona con sencillez y serenidad.

Como detalle importante, podemos señalar que una persona puede tener varios amigos con intereses diametralmente opuestos; la flexibilidad nos permite alejar ese sentimiento de exclusividad que muchas personas equivocadamente reclaman. Cada persona por ser naturalmente diferente aporta algo distinto en la vida de los demás, en eso consiste el enriquecimiento personal y el cultivo de amistades.

Comunicación

La verdadera comunicación no es una agradable conversación que muchas veces puede ser superficial. Comunicarse significa participar de nuestro yo a nuestros amigos, con la sinceridad de las palabras, transmitiendo nuestros verdaderos puntos de vista y manera de sentir: sólo así existe un intercambio real de pensamientos que desembocan en la comprensión y el entendimiento.

La forma más simple de conservar una amistad es manteniendo contacto frecuente con nuestros amigos sin importar la distancia, pues unos minutos bastan para hacer una llamada o escribir un correo electrónico. Preguntar por el estado de salud, el trabajo, cuál fue el resultado de sus últimos planes, enviar saludos a la familia… tantas cosas que podemos decir que demuestran interés y sincera amistad.

Desgraciadamente hay personas que se llaman amigos pero sólo aparecen cuando necesitan algo.

Generosidad

Lo importante de este valor es hacer lo posible por otorgar nuestro tiempo, recursos, conocimientos y cualidades cuando los demás lo necesiten, donde no importa si piden o no nuestra intervención. Muchas veces esperamos que nuestros amigos estén a nuestra disposición y lo demuestran con hechos; pero, en ocasiones, por distracción o simple comodidad no correspondemos de la misma manera, ¿no es esto una forma de aprovechar y utilizar la amistad en beneficio personal?

La generosidad no tiene barreras, pues los amigos dan su persona desinteresadamente y sin límites: están pendientes de las preocupaciones y necesidades; acompañándose en la enfermedad o en los malos momentos; gozan de los triunfos y las alegrías, sin el sentimiento mezquino de la envidia; la generosidad se extiende a las cosas materiales, la ayuda para reparar el auto…

Lealtad

No hay riqueza más valiosa que un buen amigo seguro. Ser leal supone ser persona de palabra, que responda con fidelidad a los compromisos que la amistad lleva consigo; los amigos nobles no critican, ni murmuran, ni traicionan una confidencia personal y siempre se encuentra veracidad en sus palabras. Son verdaderos amigos quienes defienden los intereses y el buen nombre de sus amigos.

Ser leal también es hablar claro y ser franco; la lealtad también se demuestra al corregir a un amigo que se equivoca.

Agradecimiento

Un pequeño detalle de agradecimiento fortalece nuestra amistad significativamente, no pensemos en objetos, devolver el favor en la misma proporción o cualquier cosa extraña, entre los amigos basta dar las gracias sinceramente como reconocimiento a la ayuda que hemos recibido. Pero hay que decirlo.

Debemos tomar en cuenta que los pequeños detalles son espontáneos y representan verdaderas muestras de afecto, pero nunca deben aparecer como “pago” al beneficio que desinteresadamente recibimos, pues los obsequios, invitaciones y otros detalles, son elementos naturales de una amistad.

Los verdaderos amigos siempre nos ayudarán a superarnos y a vivir mejor, porque el interés está puesto en la persona, no en sus pertenencias, posición o lo divertido que pueda ser. La confianza, el consejo oportuno sobre las buenas costumbres, hábitos, diversiones o el orden de nuestros afectos, constituyen muestras claras de aprecio, compromiso y responsabilidad.

Los valores nos ayudan a encontrar nuevos amigos y mejores amistades, porque nuestra actitud es franca y abierta para todas las personas. Ser un “mejor amigo” no es un objetivo para buscar el reconocimiento o alimentar nuestra vanidad, es una forma de elevar la calidad de las relaciones humanas con nuestro ejemplo.

¿Cuáles son los beneficios de tener amistades?

Tener buenos amigos es bueno para tu salud. Los amigos pueden ayudarte a celebrar los momentos buenos y brindan apoyo durante los momentos malos. Los amigos previenen la soledad y también te dan la oportunidad de ofrecer la compañía que necesitan. Además, los amigos:

  • Aumentan la sensación de pertenencia y de propósito
  • Aumentan la felicidad y reducen el estrés
  • Mejoran la confianza en uno mismo y la autoestima
  • Te ayudan a enfrentar las situaciones traumáticas, como el divorcio, la enfermedades graves, la pérdida de trabajo o la muerte de un ser querido
  • Te motivan para cambiar o evitar que lleves un estilo de vida poco saludable, como tomar alcohol en exceso o no hacer ejercicio

Los adultos con un fuerte apoyo social tienen menor riesgo de muchos problemas de salud importantes; por ejemplo, depresión, presión arterial alta y un índice de masa corporal (IMC) poco saludable. Incluso, los estudios revelaron que los adultos mayores con una gran vida social viven más tiempo que otros adultos mayores con menos relaciones.

Está evidenciado que el aislamiento tiene una gran incidencia en la mortalidad; de hecho, hay estudios que afirman que la falta de apoyo psicológico puede equiparar sus efectos nocivos sobre nuestra salud al tabaco, la alta de tensión arterial, el nivel de colesterol alto, la obesidad o la falta de ejercicio físico.

En este sentido podemos afirmar que los estrechos lazos que creamos con los demás duplican nuestro bienestar y dividen la angustia por la mitad. Porque crear relaciones emocionales próximas nos fortalece, de eso no cabe duda.

Bien es cierto que no es fácil lograr una proximidad psicológica satisfactoria con la gente que nos rodea, pues muchas veces las decepciones nos hacen preferir la soledad. Sin embargo, mientras esta misma soledad no se convierta en aislamiento, nuestra salud no tiene por qué verse perjudicada.

La amistad crea lazos afectivos

Estar rodeados de gente que nos quiere nos hace psicológicamente fuertes y previene dificultades emocionales derivadas de cuestiones diversas como un divorcio, un obstáculo económico o una enfermedad.

Cuando hablamos de habilidades emocionales nos referimos a nuestra capacidad de reconocimiento, canalización y dominación de los sentimientos propios, la empatía y los sentimientos que aparecen en las relaciones sociales.

Esa sensación maravillosa de tener un cordón de seguridad emocional que nos protege no se puede comparar con nada. Sentir que nos quieren no solo es esperanzador, sino reforzante y revitalizante.

Ser conscientes de que quieren verte, hablar contigo e interesarse por cómo estás nos otorga un estatus emocional que nos rescata del abismo en infinidad de ocasiones. Por eso podemos estar seguros de que esas personas a las que tantos queremos constituyen una parte importantísima de nuestro flotador vital.

 5 Consejos para conservar amistades

1. Hablar sobre nuestros intereses comunes

Uno de los primeros consejos para elegir mejor a los amigos es hablar sobre nuestros intereses comunes. Si bien en un primer acercamiento podemos sentir simpatía por la otra persona, es conveniente tener una conversación en la que podamos darnos cuenta de que compartimos algunas aficiones o pasatiempos.

¿Por qué esto es necesario? Porque necesitamos hacer planes con nuestros amigos para conocerlos todavía más y fortalecer nuestra relación. En el caso de que no tengamos ningún ocio que nos una, ¿de qué forma podríamos planear un fin de semana o una escapada? Sería imposible. Por lo tanto, hablar sobre nuestros intereses comunes nos permitirá encontrar a personas afines con las que compartir nuestro tiempo libre.

2. Detectar si solo nos buscan cuando nos necesitan

El segundo de los consejos para elegir mejor a los amigos es observar. Identificar si se acercan a nosotros porque les apetece hacer planes y compartir su tiempo, realizando alguna actividad conjunta, o si, por el contrario, tan solo nos buscan cuando les hacemos falta. Esto lo detectaremos de una forma muy fácil, pues cuando quieran quedar con nosotros siempre será para ir a buscar un título, asistir a algún curso o para que les hagamos un favor.

Cuando esta situación se prolongue en el tiempo, empezaremos a sentirnos mal. De hecho, nos daremos cuenta de que nosotros siempre le proponemos a nuestros amigos quedar para tomar un café o charlar. También, en muchas ocasiones, ellos no estarán disponibles para nosotros cuando necesitemos hablar o desahogarnos. Aspectos importantes que deberíamos tener en cuenta.

3. ¿Cómo tratan a las demás personas?

Este consejo es muy importante y necesario. Aunque una persona nos trate bien, esto no quiere decir que comparta nuestros mismos valores o sea la persona con la que deseemos tener una amistad. Por esta razón, es imprescindible que nos fijemos en cómo trata a otras personas. Otros amigos o, incluso, familiares.

Imaginémonos que siempre nos encontramos muy a gusto con un amigo, comparte nuestras opiniones, podemos debatir sobre diferentes temas sin problemas… Pero, un día con su pareja o alguno de sus padres muestra una parte de su personalidad opuesta a todo esto. Prestar atención a esta circunstancia nos permitirá sacar nuestras propias conclusiones y tomar una decisión.

4. Abordemos temas controvertidos

Hablar sobre política, por ejemplo, puede ser un tema controvertido con el que poner en práctica este punto. Se trata de elegir aquellos temas más sensibles sobre los que podamos charlar con nuestros amigos para saber cómo reaccionan. Quizás nos demos cuenta de que para algunos son tabú o que otros piensan que su opinión es la única que importa.

Abordar temas controvertidos también nos ayudará a medir el grado de tolerancia que tienen nuestros amigos. Aunque no pensemos igual sobre un determinado tema, es importante que respetemos las opiniones de los demás y que las escuchemos tal y como esperamos que hagan con las nuestras.

5. No nos obsesionemos con encontrar al amigo perfecto

El último de los consejos es que no nos obsesionemos con encontrar al amigo perfecto. Esto solo provocará que estemos siempre en una constante búsqueda y que sintamos que no encajamos con nadieDebemos elegir mejor a los amigos, pero no convertirnos en personas inflexibles.

Nuestro objetivo debe ser escoger a aquellas personas que realmente nos aporten. Asimismo, es conveniente que analicemos a las amistades con las que mantenemos una relación de muchos años. ¿Nos siguen sumando o, por el contrario, ahora tan solo restan?

Reflexiones sobre la amistad verdadera

Una de las frases de amistad verdadera más conocidas es que "quien tiene un amigo tiene un tesoro", pues la amistad es el tesoro más preciado que se puede poseer. 

Un buen amigo te abrazará cuando estés triste y secará tus lágrimas, del mismo modo que te sacará tu mejor sonrisa, celebrará tus logros, te acompañará en tus fracasos y permanecerá a tu lado cuando el mundo te de la espalda.

Una amistad verdadera es una amistad para toda una vida y por ello es muy importante valorar cuáles son aquellas amistades que vale la pena que permanezcan a nuestro lado.

Aprender a distinguir un buen amigo de un compañero puede ser difícil en muchas ocasiones, pero para saber si una amistad es verdadera céntrate en los valores de amistad que hemos hablado.

¿Y tú, eres un buen amigo? 

Recuerda que nunca es demasiado tarde para entablar amistades nuevas o volver a conectarte con viejos amigos. Invertir tiempo en hacer amigos y fortalecer tus amistades puede traducirse en una mejor salud y un panorama más prometedor para el futuro.